CATALINA RUEDA, 2ºESO C
Ellos pagan para estar a salvo,
salir del campo en el que hacen batalla,
o en el que, simplemente, no crecen flores.
Pocos colores ven en su vida, hasta que
hay un momento en el que solo ven azul,
ese azul es el del mar, otro mundo
peligroso
que puede ser tan horrible como lo es de
hermoso.
Los llevan a aquel mundo, sin equipaje ni
recursos.
Temen, solo quieren llegar, no ser tratados
como intrusos.
Tienen familia, hijos, sueños… pero solo un
objetivo:
sobrevivir al hambre, al miedo, al mar en
sus momentos más oscuros.
No he vivido esa experiencia y espero no
vivirla,
pues es injusta, cruel, horrible, y
debería ser ficticia.